“En 1992, casi 60 años después de haber nacido en la calle de Covarrubias, de Madrid (dícenme), volví a recorrerla. Lo malo es que ignoraba cuál era mi esquina natal”, ha escrito Gerardo Deniz, que el 15 de agosto de 1939 cambió su manera de dibujar las locomotoras, en favor de otro más realista (“claro —me recuerdo pensando entonces—, es que ya tengo cinco años”). Luego de la guerra española y de una estancia en Ginebra, llegó a México, donde vive desde entones y se ha publicado su poesía, reunida en Erdere.
Es autor de los libros de prosa Alebrijes, Fiat, Anticuerpos, Paños menores y Carnesponendas. Haber recibido el premio Xavier Villaurrutia y el de poesía Aguascalientes no lo ha infamado. Haber sido señalado, en una indagatoria entre poetas, publicada por el periódico El Universal en 2011, como el poeta vivo más importante de México, tampoco.