Extravíos
bebé

El hábito de no apartar la vista de la pantalla de su celular se volvió parte de su vida. Aquel aparato de superficie tan vistosa y animada fue su ventana al mundo. Y también su ruina. El día en que perdió el teléfono, quedó ciego, sordo y mudo.

El ojo en el cielo
Simbad

Recibía críticas constantes de su familia en aquel remoto sitio a donde había migrado tiempo antes. Desde millones de kilómetros de distancia, entre otros asuntos más, sus padres le reprochaban haberse unido a esa especie de secta secreta y la mala costumbre de dormir de día y vivir de noche. Sin reparar en las consecuencias, al día siguiente, el roce del primer rayo solar del esplendoroso amanecer en Mercurio fue más que suficiente para aniquilarlo.

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Confesiones ateas
Enigmática

Porque no era día laboral y el traje de domingo estaba sin usar, nos hacían ir a misa. Con el tiempo, nos consagramos a Dios, por siempre jamás..
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14 de October de 2020 / 03:21
Hago mis votos... 14 de October de 2020 / 03:21
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