Violencia sin fin
b.

La idea era desencadenar una espiral de violencia como nunca había existido. El objetivo: establecer un récord mundial. No fue sencillo, pero se logró. Trazamos una curva plana alrededor de un punto inicial que se alejaba más y más de él a cada vuelta. Cada persona apostada de pie a lo largo de ella recibía una cachetada de quien se encontraba a su izquierda y —acto seguido— debía transmitirla al vecino de su derecha. Todos... salvo el primero, que no era golpeado, y el número trescientos mil setecientos cuarenta y nueve, que recibía el último golpe sin tener a nadie para agredir. Previendo que habría quejas por esta minúscula falta de equidad, la secuencia se repitió en sentido inverso.

Universo alterno
Pancho Sanza

Narrar el diario acontecer era su oficio. A lo largo de los años sumó cientos de anécdotas e historias en El proceso y La metamorfosis, reportajes que publicaba en un rotativo de circulación nacional. Esas pequeñas obras maestras del surrealismo habrían merecido elogios de la crítica en otras latitudes o circunstancias. Murió donde nació, en un suburbio de la Ciudad de México y en la miseria, como da cuenta su obra póstuma, Un artista del hambre.

Dictamen médico
Diletante

Llamaron al cuarto del adolescente una, dos, diez veces. Preocupados porque no respondía, forzaron la puerta. Una corriente de agua entre salada y amarga los bañó y después siguió su curso escaleras abajo. A él lo encontraron tirado en su cama, abrazado al retrato de su novia infiel, muerto de pena.

El forense no se atrevió a certificar que se había ahogado en un mar de lágrimas, solo escribió “Asfixia por inmersión”.
Alux
20 de March de 2022 / 22:08
¡Poooorraaa!, cachún, cachún... 20 de March de 2022 / 22:08
Alux
 

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