De Leo Mendoza, Eusebio Ruvalcaba dice: "Este hombre es escritor por donde se le mire. Es de aquellos que se sacuden los dedos y se le escurren las palabras. Conocedor del alma humana, de las profundidades inescrutables del sufrimiento y de la alegría, da gusto leer sus cuentos: siempre frescos y desparpajados, como aves surcando el cielo. Poseedor de una vitalidad que –casi– raya en el insulto, es capaz de emprender cualquier desafío narrativo". 

Borges y el Che y otras historias hechizas es una obra que va de la literatura fantástica al realismo más descarnado gracias a una coherencia interna llena de ritmo, melodía que igual habla Lord Byron, Hemingway y Cortázar que de Ultiminio Ramos, Celia Cruz o el personaje que todos somos en esas situaciones extrañas que, en la propia cotidianeidad, nos depara la magia de la vida–. Los cuentos que Ficticia y Anís del Mono presentan son el resultado de dos becas literarias que el autor transformó en relatos verdaderamente exquisitos.