Desde que inició la cuarentena, fueron presa del miedo. No le temían al virus ni a sus consecuencias, como tampoco a los riesgos de vagar por las calles. El verdadero peligro estaba en su propia casa. Estar expuestos a las cotidianas agresiones de su padre desquiciado era una perspectiva más aterradora que morir de neumonía.
Pseudónimo
02 de June de 2020 / 10:26
Peor que el mal 02 de June de 2020 / 10:26
Pseudónimo
Taller 02 de June de 2020 / 13:02
Fernando
 

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