Le dijo adiós a los muebles cojos, a los trastos de cocina, al marco impregnado de combustible de la puerta. Tiró el fósforo encendido dentro del tugurio. Se despidió de aquella nueva vida de amigos a granel, mujeres pedigüeñas e invitaciones hipócritas que adquirió al ganar el billete de lotería que reposaba en la mesilla quemada del comedor.
Malvadisco
01 de February de 2017 / 23:36
El ganador 01 de February de 2017 / 23:36
Malvadisco
Taller 05 de February de 2017 / 13:32
Elisa A.
 

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