Solo hasta entonces
He tapiado puertas y ventanas. He cancelado las entradas de aire; rellanado todos los orificios por donde se colaban los rayos de luz. Cada día desempolvo las superficies; lavo la ropa que he usado, quemo los zapatos que calce. Me desinfecto las manos una y otra y otra vez hasta que quedan rojizas por mis acciones. No contesto teléfonos, porque, aunque nadie lo dice no sé sabe cómo se propaga la infección. Reacomodo las camas, cubro el pecho de mamá con su cobija favorita y enlazo su mano a la de papá. Ambos ven al techo ignorándome. Es una muestra de la resignación a su nuevo estado. Un día, cuando yo considere que estamos a salvo, habré de enterrarlos al fondo del jardín.
Black Dot
12 de June de 2020 / 09:21
12 de June de 2020 / 09:21
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