Segunda versión
Hola, Lucía. He arreglado ese “desde el sofá” que ciertamente es ilógico. Por otro lado, con respecto a las mayúsculas, quisiera apuntar que he usado Mamá y Papá como una especie de nombres propios, desde el punto de vista de un niño pequeño, para quien sus padres aún reflejan autoridad (por eso hermanito y huerfanito no empiezan en mayúscula). Si en este punto no te convenzo, no tengo inconveniente en que toda la familia vaya en minúsculas.
Así las cosas, te mando la segunda versión:
Encierro
Como todos los días, Mamá dijo que no. Fue terminante. A mi hermanito eso no le pareció. Ya lleva dos horas encerrado en el baño. Mamá dijo: “Ya se le pasará”. Pero yo lo conozco mejor: prefiere la libertad impregnada de coronavirus a presenciar la vida a través de una ventana en un doceavo piso.
Recostado en el sofá en la sala, pretendo leer un libro de historietas. Pero mi atención está en la puerta del baño, al otro extremo del pasillo. Tarde o temprano Mamá tocará en esa puerta para con dulce voz tratar de convencerlo de que salga. Pero yo lo conozco mejor: se oirá un clic cuando él quite el seguro; entonces ella abrirá lentamente y, cuando asome la cabeza, un trofeo de boliche de Papá le hará un boquete en el cráneo. Yo no quiero ser saboteador o cómplice. Simplemente seré imparcial.
Tan pronto ella caiga al piso, él correrá para nunca más volver. Yo permaneceré en casa. Más tarde, en cadena nacional daré detalles de cómo ocurrieron los hechos, mientras una reportera me acaricia el cabello, queriendo consolar al nuevo huerfanito.
Así las cosas, te mando la segunda versión:
Encierro
Como todos los días, Mamá dijo que no. Fue terminante. A mi hermanito eso no le pareció. Ya lleva dos horas encerrado en el baño. Mamá dijo: “Ya se le pasará”. Pero yo lo conozco mejor: prefiere la libertad impregnada de coronavirus a presenciar la vida a través de una ventana en un doceavo piso.
Recostado en el sofá en la sala, pretendo leer un libro de historietas. Pero mi atención está en la puerta del baño, al otro extremo del pasillo. Tarde o temprano Mamá tocará en esa puerta para con dulce voz tratar de convencerlo de que salga. Pero yo lo conozco mejor: se oirá un clic cuando él quite el seguro; entonces ella abrirá lentamente y, cuando asome la cabeza, un trofeo de boliche de Papá le hará un boquete en el cráneo. Yo no quiero ser saboteador o cómplice. Simplemente seré imparcial.
Tan pronto ella caiga al piso, él correrá para nunca más volver. Yo permaneceré en casa. Más tarde, en cadena nacional daré detalles de cómo ocurrieron los hechos, mientras una reportera me acaricia el cabello, queriendo consolar al nuevo huerfanito.
Gral Macario Piedra
15 de June de 2020 / 20:26
15 de June de 2020 / 20:26
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