el silencio se hizo más sobrecogedor conforme el encierro se alargó. Los animales que creíamos extinguidos recuperaron sus espacios y las aves los cielos. Las raíces de los arboles empezaron a extenderse, metiéndose en los huecos que encontraban hasta reventar los muros que nos separaban. De tanta soledad desaprendimos el lenguaje y volvimos a gruñir para nombrar cosas. Al final el material atrapado en los relojes de arena solo nos recordaba algún vago lugar donde las dunas cambian de forma con el viento.
Black Dot
16 de June de 2020 / 21:35
Final de la pandemia 16 de June de 2020 / 21:35
Black Dot
TALLER 17 de June de 2020 / 12:10
José M. Nuévalos
 

Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.