El anuncio era tentador. Una semana de vacaciones de verano en un un hotel frente a la playa, habitaciones con vista al mar, piscinas, auto y servicios incluidos, mas un tour por los pantanos por cien dólares por persona. Sin pensarlo, compró el paquete para toda la familia y partieron de inmediato en autobús. Jamás le advirtieron del error tipográfico. Auto y servicios debía decir autoservicios, a causa de que no había personal en el hotel. Tampoco le aclararon que las playas, que podrían admirar desde su habitación, estaban cerradas a causa de la pandemia. Solo quedaban la piscinas, que tras noventa días sin mantenimiento, eran ya pantanos.