El silbido producido al caer no fue suficiente para alertar a quienes kilómetros abajo se preparaban para empezar el día. Las explosiones destruyeron casas, edificios, vidas y sueños. Como fantasmas sin rumbo, vacíos y etéreos, los sobrevivientes en harapos hurgan entre los escombros, sin esperanza de encontrar a los suyos, sus propias vidas y sueños. Los uniformes de los soldados que avanzan en la desolación, solo sirven para dejar al desnudo el horror de una guerra que nadie entiende.
Simbad
09 de August de 2020 / 17:29
En un lugar llamado guerra 09 de August de 2020 / 17:29
Simbad
Taller 17 de August de 2020 / 13:40
Lucía
 

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