Tallereado
Dime si voy por buen camino:
LA LIMPIEZA
Nada prepara a nadie para eso: limpiar la casa de los padres cuando se han ido para siempre. Se armó de valor, escoba, cloro, trapeador, cajas de cartón, bolsas de basura, paciencia y un fin de semana largo para la tarea. Los accidentes no dejan decir un buen adios, no en la morgue, no en la funeraria; la última cena familiar se confunde con otras más, con sus evasivas, sus lugares comunes, con su falta de cercanía y complicidad.
Estar en el dormitorio, admirando la coquetería senil de los afeites y ajuares de mamá, tan dama ella toda la vida; en el estudio se veía la pulcritud marcial de papá, académico de pies a cabeza; el legado de libros escogidos y preservados con cuidado, y entre ellos, casi escondidos, un puñado de libros que rompían con la temática de todos los demás: “La experiencia homosexual”, “Una historia natural de la homosexualidad”, “Masculino y femenino” y otros más, subrayados, ajados de tanto leerse.
Rompió a llorar, lamentó lo poco que se había abierto a ellos en los últimos años, apenas descubriendo lo mucho que habían hecho por entenderlo a él, Les dio un adiós incompleto no definitivo. Pasaría más tiempo del previsto en ese lugar, con la determinación de despedirse mejor, de conocerlos por fin.
Gracias.
LA LIMPIEZA
Nada prepara a nadie para eso: limpiar la casa de los padres cuando se han ido para siempre. Se armó de valor, escoba, cloro, trapeador, cajas de cartón, bolsas de basura, paciencia y un fin de semana largo para la tarea. Los accidentes no dejan decir un buen adios, no en la morgue, no en la funeraria; la última cena familiar se confunde con otras más, con sus evasivas, sus lugares comunes, con su falta de cercanía y complicidad.
Estar en el dormitorio, admirando la coquetería senil de los afeites y ajuares de mamá, tan dama ella toda la vida; en el estudio se veía la pulcritud marcial de papá, académico de pies a cabeza; el legado de libros escogidos y preservados con cuidado, y entre ellos, casi escondidos, un puñado de libros que rompían con la temática de todos los demás: “La experiencia homosexual”, “Una historia natural de la homosexualidad”, “Masculino y femenino” y otros más, subrayados, ajados de tanto leerse.
Rompió a llorar, lamentó lo poco que se había abierto a ellos en los últimos años, apenas descubriendo lo mucho que habían hecho por entenderlo a él, Les dio un adiós incompleto no definitivo. Pasaría más tiempo del previsto en ese lugar, con la determinación de despedirse mejor, de conocerlos por fin.
Gracias.
Hechicero
14 de February de 2017 / 23:07
14 de February de 2017 / 23:07
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