Avanzó de punta en punta hasta la orilla, sin dejar rastro ni despertarla. Sus ojos se iluminaron, sonrió. Ahí estaba ella, dormida, desnuda, disponible. Una auténtica hoja en blanco donde hacer realidad su fantasía. Tras imaginar los siguientes momentos de placer, se posó sobre ella y, con suaves movimientos, empezó a recorrer aquella superficie sin mácula. Al terminar de dibujar aquella flor sobre el papel, exhausto, el lápiz se dejó caer a su lado.
Simbad
17 de August de 2020 / 23:24
Sueños en papel (viene del día 12) 17 de August de 2020 / 23:24
Simbad
Para Carlos Martín Briceño 26 de August de 2020 / 15:42
Simbad
tallereo 1 29 de August de 2020 / 18:32
carlos martín briceño
 

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