Exigió un ataúd y un espacio en el cementerio para sus gemelas. Una infección la había privado de aquel par. Pero, aunque extirpadas de su cuerpo, seguían siendo parte de ella y se llevó la mano al pecho liso. El enterrador colocó la cruz sobre el montículo de tierra bajo el cual reposaban los implantes mamarios.
Malvadisco
16 de February de 2017 / 21:24
Una despedida formal 16 de February de 2017 / 21:24
Malvadisco
Taller 18 de February de 2017 / 00:09
José M. Nuévalos
 

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