Carlos

A ver qué te parece así:

El faro de Borges

Era mi luz, mi guía a través de los vendavales y oscuridades de la vida. Cuando falleció, deambulé por años entre las tinieblas hasta el día que volví a verla en aquella esfera –el Aleph– en el sótano de la casa de la calle de Garay. Lo que vi fue maravilloso e increíble: el universo visto desde dentro y afuera, la historia, el futuro, mi cara y mi verdadero rostro, aunque debería reconocer que hubo ciertos detalles decepcionantes y demoledores, como esos que me hicieron ver que debía seguir mi propia estrella y olvidar a Beatriz para siempre.

Abrazo