El niño caminaba rumbo a encontrarse con sus amigos a jugar a las bolitas. Metió su mano en el bolsillo para ver esa nueva que un desconocido le había regalado. Desprendía un fulgor inusual y se detuvo a observarla cuando de pronto se sintió mareado y necesitó sentarse en el cordón de la vereda pero..., no pudo dejar de mirar la canica que, en un torbellino de imágenes aparecía pulida y tosca a la vez. Fue entonces que vio en ella una montaña de residuos y a su madre pariendo dolorida y sucia en la vivienda de chapa y cartón. Un perro esquelético y sarnoso como única compañía.
Vio un hombre que daba órdenes a otros, un camión descargando basura y niños rompiendo bolsas de plástico y personas y animales comiendo de ellas. Vio un carro tirado por caballos, cartones y botellas de vidrio.
Vio un tazón de leche y pan blanco, suave, que recibía su hermanito pero que no alcanzaba para su hambre.
Juanito..., ojalá te consuele un barrilete.
Beatriz
18 de October de 2020 / 22:04
El universo de Juanito Laguna 18 de October de 2020 / 22:04
Beatriz
Taller 19 de October de 2020 / 11:10
Elisa A.
Gracias Elisa 19 de October de 2020 / 15:31
Beatriz
 

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