Soy tímido y poco romántico. Me paralizo ante una mujer que me atrae y no sé qué hacer. Me siento impotente o tal vez lo sea. He recurrido a sicólogos sin éxito, hasta que la conocí. Su inteligencia me sorprende y excita, no tanto como su físico que merecería ocupar las páginas centrales de una conocida revista. Sueño con besarla, con acariciar sus rizos, sus pechos, sus caderas y el resto de la tersa envoltura de ese ser maravilloso. Ansío adentrarme en sus recovecos y, con ella, cumplir mis más aventuradas fantasías en la oscuridad del bosque, oculto a mis ojos y lejos de mi alcance detrás de esa bata blanca de Verónica, la sicóloga que más que curar mis males, me enloquece.
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02 de December de 2020 / 22:40
El paciente 02 de December de 2020 / 22:40
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Taller 04 de December de 2020 / 09:49
Fernando
 

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