Mis manos te inventan en cada caricia, penetran a lugares secretos en tu cuerpo que solo se develan a mi tacto. Asciendo a tu reino, repto como una serpiente que encuentra tu forma con la lengua. En el precipicio de tus gemidos me despeño, rígido y entumecido. Tus muslos abiertos me invitan a entrar a tu húmedo reino, a ese tibio, mágico lugar en done pierdo toda conciencia. Tu sexo glorioso me envuelve, cobija mi miembro. Presiento los latidos de tu corazón, la sangre que circula en nuestras venas al tiempo que busca escapar. La pasión se funde en líquidos seminales en ese momento preciso en que no somos de la tierra, ni materiales sino energía pura en un estado de gloriosa divinidad.
Black Dot
03 de December de 2020 / 09:15
Nirvana 03 de December de 2020 / 09:15
Black Dot
Taller 07 de December de 2020 / 16:08
Jorge Oropeza
 

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