La fila del banco era larga. Esperábamos sentados cuando Ana me apretó la mano con fuerza y yo sentí un hormigueo por todo el cuerpo. Me miró a la cara y me dijo: aquí. Y solo con observar cómo mordía su labio inferior mi sexo se transformó. Al ver mi bulto sonrió, dejó su silla y se sentó en mis piernas sin importarle las miradas que de inmediato se quedaron fijas en nuestros cuerpos atléticos. Se movía lentamente hacia adelante, hacia atrás, como si las olas de un mar que yo no podía ver la meciera. Ella me tenía prohibido tocarla. Era ella quien hacía y yo quien se dejaba hacer. Y todo esto me excitaba aún más. Sentía su pelo en mi cara, ese olor a bamboo fresco que había conocido una noche diez años atrás... esa noche en un bar del centro de la ciudad, se acercó a mi mesa y mientras sonreía me dijo: aquí.
Fernando Ira
17 de December de 2020 / 20:47
Aquí 17 de December de 2020 / 20:47
Fernando Ira
tallereo 1/Muy buena minificción, sólo propongo algunos ajustes: 28 de December de 2020 / 19:26
carlos martín briceño
Acepto los ajustes 31 de December de 2020 / 10:26
Fernando Ira
tallereo 1/Muy buena minificción, sólo propongo algunos ajustes: 28 de December de 2020 / 19:27
carlos martín briceño
 

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