El atentado
No solo rompieron los cristales, sino las ventanas hacia el futuro, los ideales y la ilusión. También tumbaron las puertas, y a su paso, dañaron los pilares de la sociedad y pisotearon sus principios. En lo individual, pocos son malas personas, violentos o asesinos; como turba sí, cuando, llevados por la engañosa fascinación de la posverdad, nutrida por mentiras e intolerancia, irrumpieron en el Capitolio en Washington. Quizá la realidad no haya muerto aún, pero ya no es la misma de antes. Día a día su estado se complica, agoniza y cambia de rostro por uno más adusto, insondable y doloroso. Entretanto, el verdadero responsable aún despacha en la Casa Blanca.
Pseudónimo
14 de January de 2021 / 15:38
14 de January de 2021 / 15:38
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