Crónica de un crimen
Fue atraída con engaños por nuestras palabras falsas y huecas. Fascinada por el espectáculo de las contorsiones y malabares, quedó aturdida por esa música que no canta nada, pero genera fama y millones. Luego vino la seducción del lujo y lo superfluo, de las ganancias con criptomonedas, las inversiones en la bolsa y los paraísos fiscales. Sufrió una intoxicación cuando le dimos a probar un poco de los mundos fantásticos a los que viajó para escapar de ella misma. Al final, y para estar seguros, la envenenamos con teorías conspirativas, manifiestos políticos, unas gotas de corrupción y unas píldoras de populismo. Cuando estábamos listos para asfixiarla con nuestras propias manos, ya había muerto. Solo nos quedó la fugaz satisfacción de diluir el cuerpo inerte de la realidad en la ácida y amarga solución de la historia.
Simbad
16 de January de 2021 / 19:34
16 de January de 2021 / 19:34
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