SELECCION 20 DE ENERO PAOLA TENA (SUSTITUYENDO)
SELECCIÓN 20 DE ENERO (SUSTITUYENDO)
Los Trapecistas - Black Dot
Para salir hay que recorrer una cuerda fina hecha de plata liquida. Hay que equilibrar el cuerpo y avanzar a paso firme sin que el nerviosismo nos traicione. Muchos han logrado recorrer la distancia sin ningún contratiempo; son hijos de la practicidad y de la cordura. Otros nunca quieren iniciar el trayecto, esperan de pie, expectantes, hasta el día en que se convierten en polvo y vuelven a la tierra. Otros, los que imaginamos que hay del otro lado, preferimos llegar al centro y cortar la línea, esa tenue hebra plateada que alimenta a la realidad, pero que al desplomarse nos manda de lleno a la locura.
Una historia sin fin - Pitecantropus
El telón se abrió y dio inicio la representación de esa obra compleja. El desempeño del elenco dejaba mucho que desear a juicio de la audiencia. Solo le quedaba admitir que no había otra opción que seguir viéndola o saltar a escena y asumir los papeles de los actores. Algunos lo hicieron y todo volvió a comenzar. Durante su actuación, penosa también, los demás concluimos que solo podíamos encogernos de hombros y continuar como espectadores o tomar por asalto el escenario y sustituir a quienes estaban ahí. Convencidos de que lo haríamos mejor, no transcurrió mucho tiempo para enterarnos de la realidad mientras la turba pedía a gritos nuestras cabezas.
El divorcio - Fernando Ira
Le pidió el divorcio. Para ella, él nunca había estado presente, siempre ocupado en ese aparato. Estaba cansada. El hombre la miró con tristeza, pero al escuchar el sonido de una nueva notificación, bajó la mirada para ver de qué se trataba.
El secuestro de la realidad - Simbad
Los pasos de los captores resonaron por el pasillo mientras se aproximaban. Al llegar frente a la habitación donde estaba se escuchó que amartillaban sus armas. La puerta se abrió y apuntaron al interior. La prisionera no alcanzó a escuchar la descarga asesina. Había preferido suicidarse antes de que llegaran. Unas gotas de su propia sangre bastaron para que muriera envenenada.
Control remoto - Serpico
Después de traspasar la puerta, esperaba que la realidad se comportara como se mira a través de la ventana. Fue desilusionante. En la calle no tengo la opción de cambiar de canal si no me gusta lo que veo. A falta de una mejor explicación, supongo que se habrán descargado las baterías.
Los Trapecistas - Black Dot
Para salir hay que recorrer una cuerda fina hecha de plata liquida. Hay que equilibrar el cuerpo y avanzar a paso firme sin que el nerviosismo nos traicione. Muchos han logrado recorrer la distancia sin ningún contratiempo; son hijos de la practicidad y de la cordura. Otros nunca quieren iniciar el trayecto, esperan de pie, expectantes, hasta el día en que se convierten en polvo y vuelven a la tierra. Otros, los que imaginamos que hay del otro lado, preferimos llegar al centro y cortar la línea, esa tenue hebra plateada que alimenta a la realidad, pero que al desplomarse nos manda de lleno a la locura.
Una historia sin fin - Pitecantropus
El telón se abrió y dio inicio la representación de esa obra compleja. El desempeño del elenco dejaba mucho que desear a juicio de la audiencia. Solo le quedaba admitir que no había otra opción que seguir viéndola o saltar a escena y asumir los papeles de los actores. Algunos lo hicieron y todo volvió a comenzar. Durante su actuación, penosa también, los demás concluimos que solo podíamos encogernos de hombros y continuar como espectadores o tomar por asalto el escenario y sustituir a quienes estaban ahí. Convencidos de que lo haríamos mejor, no transcurrió mucho tiempo para enterarnos de la realidad mientras la turba pedía a gritos nuestras cabezas.
El divorcio - Fernando Ira
Le pidió el divorcio. Para ella, él nunca había estado presente, siempre ocupado en ese aparato. Estaba cansada. El hombre la miró con tristeza, pero al escuchar el sonido de una nueva notificación, bajó la mirada para ver de qué se trataba.
El secuestro de la realidad - Simbad
Los pasos de los captores resonaron por el pasillo mientras se aproximaban. Al llegar frente a la habitación donde estaba se escuchó que amartillaban sus armas. La puerta se abrió y apuntaron al interior. La prisionera no alcanzó a escuchar la descarga asesina. Había preferido suicidarse antes de que llegaran. Unas gotas de su propia sangre bastaron para que muriera envenenada.
Control remoto - Serpico
Después de traspasar la puerta, esperaba que la realidad se comportara como se mira a través de la ventana. Fue desilusionante. En la calle no tengo la opción de cambiar de canal si no me gusta lo que veo. A falta de una mejor explicación, supongo que se habrán descargado las baterías.
Paola Tena
31 de January de 2021 / 14:08
31 de January de 2021 / 14:08
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