Una mala experiencia
¡Ah, los árboles! Tan lindos, protectores con sus maravillosas frondas. Aunque, también dan un poquitín de miedo al adoptar formas un tanto caprichosas. Como aquella horqueta a la que de niño quería trepar, resbalé perdiendo el apoyo bajo mis pies y no sé qué movimiento hice que quedé precisamente colgado (por el cuello) de ella. Toño, mi primo, metido en el face ni se dio cuenta. Mis patitas temblaban en el aire y ni pio pude decir. Afortunadamente salió la tía Esperancita, a ver qué estábamos haciendo y me rescató. De haber salido la tía Angustias… bueno.
Corteza de roble
05 de February de 2021 / 18:01
05 de February de 2021 / 18:01
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