El pelotón estaba en formación. Él y ella fueron conducidos hasta aquellos dos troncos resecos y moribundos. Luego de un minuto se oyó la descarga. La sed de la tierra absorbió su sangre con avidez mientras sus cuerpos eran levantados. Nadie se explica que los árboles hubiesen renacido después. Años más tarde, al cavar para erigir un monumento, encontraron que sus raíces estaban tan entrelazadas como las vidas de aquella pareja de idealistas que fue fusilada frente a ellos.
Murata
13 de February de 2021 / 00:17
Más allá de la muerte 13 de February de 2021 / 00:17
Murata
Taller 16 de February de 2021 / 22:19
Laura Elisa Vizcaíno
 

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