Un grano de arena
La primera ocasión que segué una vida fue algo repugnante, pero juzgué que era justo hacerlo. La segunda me produjo náusea, mas creí que era lo pertinente. La tercera fue tolerable y hasta placentera, aunque tal vez innecesaria. A partir de entonces, cada vez que lo hacía me causaba alegría, pero debí admitir su futilidad. Cierto día concluí que a este ritmo, me tomaría siglos terminar con todos aquellos por los que sentía esa inexplicable animadversión. Me pareció más práctico dejar que el tiempo hiciera su trabajo. Yo continuaría con gusto como facilitador y coadyuvante en los casos de urgencia.
Pitágoras
06 de April de 2021 / 11:16
06 de April de 2021 / 11:16
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