Para Pseudónimo
Jajaja, para nada, estimado amigo.
Solo un lapsus de tu tallerista, que con la edad ya se le van todititas las cabras al monte, y no hay manera de bajarlas. Se pasa días y días buscándolas, hablándoles, convenciéndolas... toma el ukulele y les canta, aquella canción de "somewhere over the rainbow" que tan bien le sale a ese músico estadounidense Israel Kamakawiwo?ole, oriundo de la isla de Honolulu y que murió con apenitas 38 años, con un primer albúm como solista que le mereció en 1990 el reconocimiento de la Academia de Artes de Honolulu como mejor álbum contemporáneo y mejor persona masculino del año, aunque no fue sino hasta 1993 cuando grabaría esa increíble interpretación de "somewhere over the rainbow" que le enchina a uno los vellitos de la piel, no sé si por esa nostalgia que logró al grabarla, o por el idílico lugar que nos describe como los sueños con que sueño se hacen realidad, donde pediré un deseo a una estrella, y donde los problemas se derriten como gotas de limón... Y entonces llego a la estrofa que dice "Why, oh why can't I?" y se me atora la frase en la garganta, la vista se distorsiona y empiezo a llorar sin proponérmelo. Y quizá por eso me olvido de las cabras y los montes, y tu tallerista se pierde tratando de pasar esa pregunta básica en el ukulele: "Why, oh why can't I?"...
Un abrazo!
Solo un lapsus de tu tallerista, que con la edad ya se le van todititas las cabras al monte, y no hay manera de bajarlas. Se pasa días y días buscándolas, hablándoles, convenciéndolas... toma el ukulele y les canta, aquella canción de "somewhere over the rainbow" que tan bien le sale a ese músico estadounidense Israel Kamakawiwo?ole, oriundo de la isla de Honolulu y que murió con apenitas 38 años, con un primer albúm como solista que le mereció en 1990 el reconocimiento de la Academia de Artes de Honolulu como mejor álbum contemporáneo y mejor persona masculino del año, aunque no fue sino hasta 1993 cuando grabaría esa increíble interpretación de "somewhere over the rainbow" que le enchina a uno los vellitos de la piel, no sé si por esa nostalgia que logró al grabarla, o por el idílico lugar que nos describe como los sueños con que sueño se hacen realidad, donde pediré un deseo a una estrella, y donde los problemas se derriten como gotas de limón... Y entonces llego a la estrofa que dice "Why, oh why can't I?" y se me atora la frase en la garganta, la vista se distorsiona y empiezo a llorar sin proponérmelo. Y quizá por eso me olvido de las cabras y los montes, y tu tallerista se pierde tratando de pasar esa pregunta básica en el ukulele: "Why, oh why can't I?"...
Un abrazo!
Jorge Oropeza
17 de April de 2021 / 14:53
17 de April de 2021 / 14:53
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