SELECCION 8 DE ABRIL (Paola Tena sustituyendo)
Personalidad múltiple (Cero)
Solo me falta matar a uno.
***
Manual del buen asesino (Bebé)
En mi oficio, la experiencia me hace resumir el éxito como la combinación de tres ingredientes en perfecto equilibrio: aplomo, contundencia y sangre fría. El primero le corresponde al asesino; el segundo, al arma. El tercero, lo aporta la víctima. Su sangre se helará al enterarse de que, al final, quedará frío.
***
Doctrina y credo (Black Dot)
Me enseñaron a ser eficiente: “No desperdicie balas y nunca abandone su arma ni su puesto”. Me dieron excusas para justificar la plata que gastaron en mí: democracia, libertad, igualdad, el demonio del comunismo y por supuesto el poderoso dólar. Me enviaron a países lejanos, de extrañas costumbres y desconocidas lenguas, para inculcarles nuestros valores y nuestro idioma.
“Dispare", me ordenaron, "todo aquel que desee ser diferente no nos es útil. Llénelos de plomo caliente. Mándelos al juicio final y deje que Dios se encargue de juzgarlos”.
Yo cumplo. Continuo con mi sagrado deber. Traigo la muerte adentro y se la concedo a quien se atraviesa en mi camino.
***
El arte del adiós (Papalotl)
Lord Harland, caballero de intachable reputación, ofreció solventar mis necesidades económicas a cambio de lealtad y discreción, para dedicarme, bajo su guía y patrocinio, a ejercitar mis habilidades artísticas y mantener su imagen bienhechora. Ello significó, como primera encomienda, despedir a Mr. Burroughs, su secretario, que moriría días después por divulgar detalles de su vida privada, en un desafortunado percance de auto, junto con la dama que, supuestamente, había tenido un affair con mi protector. Más adelante, di el adiós en su nombre a un miembro del parlamento, quien pretendía que mi mecenas aceptara sus términos en una larga disputa por asuntos fuera de mi incumbencia. Él falleció al instante a causa de un lamentable accidente en una competencia de tiro en Bristol. Un mes más tarde, hacía lo mismo con un primo lejano que, tras demandarlo por una propiedad en Sussex, amaneció ahogado en deudas y whisky, sumergido en su propia tina de baño. Suicidio, dictaminó el forense. Esas, y otras más de las diversas obras maestras del arte que perfeccioné por años, no hubieran sido posibles sin la inspiración y el decidido apoyo de mi generoso benefactor. Ya retirado, disfruto de la fortuna que me entregó junto con su último aliento al expirar entre mis brazos, de los recuerdos como su ángel exterminador y de la libertad para surcar los cielos por cuenta propia.
***
Solo me falta matar a uno.
***
Manual del buen asesino (Bebé)
En mi oficio, la experiencia me hace resumir el éxito como la combinación de tres ingredientes en perfecto equilibrio: aplomo, contundencia y sangre fría. El primero le corresponde al asesino; el segundo, al arma. El tercero, lo aporta la víctima. Su sangre se helará al enterarse de que, al final, quedará frío.
***
Doctrina y credo (Black Dot)
Me enseñaron a ser eficiente: “No desperdicie balas y nunca abandone su arma ni su puesto”. Me dieron excusas para justificar la plata que gastaron en mí: democracia, libertad, igualdad, el demonio del comunismo y por supuesto el poderoso dólar. Me enviaron a países lejanos, de extrañas costumbres y desconocidas lenguas, para inculcarles nuestros valores y nuestro idioma.
“Dispare", me ordenaron, "todo aquel que desee ser diferente no nos es útil. Llénelos de plomo caliente. Mándelos al juicio final y deje que Dios se encargue de juzgarlos”.
Yo cumplo. Continuo con mi sagrado deber. Traigo la muerte adentro y se la concedo a quien se atraviesa en mi camino.
***
El arte del adiós (Papalotl)
Lord Harland, caballero de intachable reputación, ofreció solventar mis necesidades económicas a cambio de lealtad y discreción, para dedicarme, bajo su guía y patrocinio, a ejercitar mis habilidades artísticas y mantener su imagen bienhechora. Ello significó, como primera encomienda, despedir a Mr. Burroughs, su secretario, que moriría días después por divulgar detalles de su vida privada, en un desafortunado percance de auto, junto con la dama que, supuestamente, había tenido un affair con mi protector. Más adelante, di el adiós en su nombre a un miembro del parlamento, quien pretendía que mi mecenas aceptara sus términos en una larga disputa por asuntos fuera de mi incumbencia. Él falleció al instante a causa de un lamentable accidente en una competencia de tiro en Bristol. Un mes más tarde, hacía lo mismo con un primo lejano que, tras demandarlo por una propiedad en Sussex, amaneció ahogado en deudas y whisky, sumergido en su propia tina de baño. Suicidio, dictaminó el forense. Esas, y otras más de las diversas obras maestras del arte que perfeccioné por años, no hubieran sido posibles sin la inspiración y el decidido apoyo de mi generoso benefactor. Ya retirado, disfruto de la fortuna que me entregó junto con su último aliento al expirar entre mis brazos, de los recuerdos como su ángel exterminador y de la libertad para surcar los cielos por cuenta propia.
***
Paola Tena
21 de April de 2021 / 04:09
21 de April de 2021 / 04:09
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.