Veo una idea interesante aquí. Mi duda está en la princesa y la flor prisionera del comienzo. Puede confundir al lector y hacer pensar que de quien se habla es un personaje negativo, que ha provocado ese mal (un caso de maltrato, p.ej.). Luego, el despiste no es posible, pero hay que evitar que el lector se nos pierda en esos otros caminos. A ver qué solución se te ocurre. Te espero en el correo.