De no ser por su predilección por la sangre; esa especialidad cardíaca que tomo en una escuela de medicina a distancia; su falta de carencia por la vida humana; la total falta de empatía para las familias de sus pacientes; la manera monosilábica de responder a preguntas complicadas; al complejo de Dios que siente al ejercer; al pésimo pulso que posee; la deplorable puntualidad que lo caracteriza; la ineptitud de sus movimientos; la completa ignorancia de la anatomía humana y su insana manía de afeitarse en el cuarto de operaciones, se podría decir que es una eminencia en el campo de la medicina.
Black Dot
10 de June de 2021 / 10:38
Eminente 10 de June de 2021 / 10:38
Black Dot
Seleccionada 15 de June de 2021 / 01:25
Tomás del Rey
Te espero en el correo 15 de June de 2021 / 01:30
Tomás del Rey
 

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