Una severa infección causada por un tatuaje requirió de cirugía de reconstrucción facial en la paciente. Antes de la operación, ella suplicó al cirujano que pusiera el mayor esmero y que imaginara que quien estaba en la mesa de operaciones era su madre. El médico así lo hizo y creyó no defraudar a su paciente al hacer las suturas de los injertos con ese punto de cruz que tanto le gustaba a su mamá.
Pepe Le Pew
11 de June de 2021 / 23:44
Tartamuda 11 de June de 2021 / 20:30
Edakos
Arte quirúrgico 11 de June de 2021 / 23:44
Pepe Le Pew
Perdón, esto no va aquí 11 de June de 2021 / 23:45
Pepe Le Pew
 

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