Varias leyendas existen acerca del famoso primer viaje, tal vez la más curiosa sea que para suprimir su ya no tan secreta fobia al encierro, pasó muchas horas aprendiendo de memoria la ubicación de todos los instrumentos en la cabina. Siguiendo la misma historia, Yuri no abrió los ojos ni un segundo, por lo que se supone inventó las maravillas que dijo haber visto.
Como vano apoyo de este mito, solo se tienen varias fotos desenfocadas, además de tres o cuatro entrevistas donde le preguntaban si era cierto y él solo se limitaba a sonreír y a cerrar los ojos durante un instante.