Capitalismo salvaje
En nuestra ciudad llueve durante todo el año, por eso no es de extrañar que una de las profesiones más prósperas fuera la de paragüero. Y digo fuera, porque desde que doña Gertrudis entrara al negocio, todos nos hemos visto forzados a bajar las persianas. Es que no hay manera de competir contra sus paraguas con arcoíris incluido.
Sinsajo
02 de May de 2017 / 20:45
02 de May de 2017 / 20:45
Para poder escribir en la Marina, tienes que registrarte como usuario o ingresa.