Hola, Héctor

Tu texto encaja dentro de lo establecido por la convocatoria de este mes. Sin embargo, me parece que podría mejorar.

Por principio de cuentas, habría que darle un giro para acercarlo más a una historia, con un planteamiento, un nudo y un desenlace, más que en un par de reflexiones o buenos deseos, que es como lo siento, así como eliminar lo superfluo y rebuscado. No pierdas de vista que, entre otras, las características de la minificción son: brevedad, sencillez y un desenlace sorpresivo, inesperado o hasta disruptivo: la famosa "vuelta de tuerca". Un final que provoque alguna emoción, que arranque una sonrisa o que invite a la risa o a la reflexión.

La verdadera maravilla de tu historia radica en el secreto de la madre de Juan para poner ocho huevos a la mesa con solo tres gallinas. Si lo divulgara en YouTube y monetizara las vistas, dejarían de pasar hambre. Seguro que la Unesco, la Unicef y hasta la OMS la propondrían para un premio Nobel, ja, ja. 

Opino que hay que corregir lo anterior, justificarlo de alguna manera, sin entrar en explicaciones, o difuminarlo. Por otra parte, que las gallinas sean feministas, anarquistas, blancas o rojas, es un detalle simpático, pero no aporta nada a la historia y distrae del hilo del relato. Lo mismo ocurre con la referencia al gallo. Tampoco veo necesario que te refieras al "niño Juan". Al mencionar a sus hermanitos más adelante, se infiere que es un pequeño.

También sería recomendable que uses frases cortas y más directas y pienses en un título que tenga más que ver con la historia.

A continuación, y solo a manera de sugerencia y/o ejemplo, te presento este texto como una de las formas en las que yo lo hubiera escrito. Toma, con toda libertad, aquello que pueda servirte.

Con la guitarra que heredó de su abuelo, Juan acompañaba los rugidos de sus tripas cuando tenía hambre. Mientras sus dos hermanitos correteaban a las gallinas en el corral y su madre hacía magia para que los cuatro comieran, al menos, dos huevos y unas cuantas tortillas al día, él hacía planes. Cuando creciera iba a ponerle letra a las tonadas que había compuesto hasta hacerse famoso. Así podría tener un gallinero, tan grande como tres canchas de fútbol,  para poder comer diez huevos diarios con pan y salchicha.

Tiempo después, al llegar el éxito, los viajes y los conciertos se le acabó la inspiración. No entendía por qué y a medida que pasaban los días y el hambre apretaba, volvieron a surgir de la guitarra aquellas notas que lo llevaron a la fama.

Espero tu nueva versión en mi correo: taller.alferez@gmail.com

Saludos
Alférez
16 de March de 2022 / 18:05
Maravilla 14 de March de 2022 / 19:08
Héctor
Taller y comentarios 16 de March de 2022 / 18:05
Alférez
Hola. 17 de March de 2022 / 01:41
Héctor
Hola, Héctor 29 de March de 2022 / 19:30
Alférez
Ya te lo envié... 30 de March de 2022 / 04:11
Héctor
Taller y comentarios (2) - Últimos detalles. 30 de March de 2022 / 16:20
Alférez
Muy bueno lo del email jajaja 31 de March de 2022 / 07:04
Héctor
Taller y comentarios (3) - Respuesta a la nota 31 de March de 2022 / 16:44
Alférez
Ahí está. Saludos. 01 de April de 2022 / 07:20
Héctor
 

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