Acostumbrado a expresiones como "ahorita", "en un instante", "en un rato",  "ya mero" y el clásico e infaltable "mañana", estaba convencido de que el tiempo era algo subjetivo y, más bien, un concepto maleable, elástico y acomodaticio. Abrigaba sospechas de que la puntualidad era un recurso de las élites para explotar al proletariado y que el reloj pronto desaparecería por tratarse de un instrumento de opresión de la oligarquía. No digamos los despertadores, que eran sofisticadas máquinas de tortura. Siempre llegaba tarde o, simplemente no se aparecía. Manejaba el tiempo de acuerdo a su propio reloj. Ni siquiera  pudo estar a tiempo para su cita con la muerte. Se distrajo en el camino y la víctima del aparatoso accidente fue otro infeliz que pasaba por ahí.
Simbad
03 de April de 2022 / 16:02
Fuera de sincronía 03 de April de 2022 / 16:02
Simbad
Taller 25 de April de 2022 / 08:49
Jorge Oropeza
Seleccionada 05 de May de 2022 / 11:25
Jorge Oropeza
 

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