Le advirtieron que el hechizo tenía sus limitaciones. Y aunque el patito de goma se transformó en un guapo príncipe, era mudo. Aun así, se casó con la princesa y esperaban un hijo. Pero cuando su alteza rompió fuente, del interior surgió una riada de patitos de goma. Con las mejillas amarillas de la vergüenza, el príncipe solo pudo decir, mientras se apretaba el estómago: ¡Cuac!
Malvadisco
11 de June de 2017 / 21:20
Híbrido 11 de June de 2017 / 21:20
Malvadisco
Re: Taller 19 de June de 2017 / 15:19
carlos bortoni
 

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