Vale, Aída. Me quedo con lo que propones
Feminismo a ultranza
Mientras la mujer hacía esfuerzos por medirse el bikini encima de la ropa, el dueño de la boutique se acercó amablemente.
— ¿Me permite un segundo, señorita? Puedo ayudarle.
—Insolente, canalla, acosador. ¡Vaya descaro! Ni siquiera le he permitido el primero.
Saludos
Mientras la mujer hacía esfuerzos por medirse el bikini encima de la ropa, el dueño de la boutique se acercó amablemente.
— ¿Me permite un segundo, señorita? Puedo ayudarle.
—Insolente, canalla, acosador. ¡Vaya descaro! Ni siquiera le he permitido el primero.
Saludos
Hugonote
23 de April de 2022 / 02:26
23 de April de 2022 / 02:26
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