Nunca supe si esa habilidad para encontrar gatos sonrientes en la luna menguante, en las teclas de un piano, en una sandía o en los pliegues de las sábanas era algo natural o el resultado de escuchar y leer Alicia en el País de las Maravillas todas las noches. No solo era el único libro en casa, sino que yo era la mayor de una familia de catorce.
Matilde
15 de May de 2022 / 16:43
El gato de Chesire 15 de May de 2022 / 16:43
Matilde
EL GATO CHESHIRE 05 de June de 2022 / 07:22
Aida López Sosa
 

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