El galeón español
Camilo estaba encantado de embarcarse en un crucero. Lo único que tendría que hacer era mantener a raya a las ratas a bordo. Nunca le aclararon que también debía soportar el maltrato y las borracheras del capitán y la tripulación, huracanes, tormentas y frecuentes baños, ataques de enemigos y piratas, naufragios y no poder ir de parranda con los amigos todas las noches. Tampoco le advirtieron que podría terminar hervido por el cocinero chino cuando las ratas se agotaran y los bastimentos también.
Simbad
17 de May de 2022 / 06:03
17 de May de 2022 / 06:03
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