Jesucristo subió a una canoa con un tipo en un lago profundo.
Ya, lejos de la orilla, preguntó el Mesías:
-¿Quieres ver que puedo caminar sobre el agua?
-Adelante- respondió el compañero.
Jesús se paró y, al pretender hacerlo, se hundió. El otro pensó "él no sabe que yo soy musulmán".
Luego, saltó al agua para auxiliar a Cristo que no sabía nadar.