El lenguaje de los personajes me suena literario. Creo que habría que hacerlos un poco coloquiales.

Lo del ciego al final es como un as sacado de la manga; en tan corto espacio no hay un elemento que me permita inferir que se trata de un ciego, y debo tenerlo o sentiré que el autor está jugando conmigo.

Hay que poner al testigo en el sitio, no ahí cerca, que esto puede ser a la vuelta de la esquina, y no presenciar nada. Algo como, "Ocurrió a mis espaldas", u "Ocurrió justo frente a mí, Lo escuché todo". En el último ejemplo, trato de poner que el testigo es ciego.

En el diálogo final, puedes acortarlo, para decir algo tipo, "¡Qué va!, Eso habría sido un milagro, no un crimen, dijo el ciego". Lo de la sonrisa se la puedes dejar al lector.

Envía tu versión de los hechos a mi correo, taller.aguila@gmail.com

Gracias por participar.