Blanca
Blanca, a diferencia de sus compañeras de trabajo, lucia radiante como una inmaculada paloma. Su alba sonrisa se mantuvo pese al inesperado nevazón que comenzó a caer ese día. La hostilidad hacia ella aumento aún más, al enterarse los trabajadores de la acusación de blanqueo de dinero que recaía sobre la empresa, y como Blanca, ante un incierto futuro laboral, insistía en seguir mostrando sus níveos dientes que ya pocos soportaban. Nadie sospechaba que Blanca mantenía su alegre y calmado animo con infusiones de melisa que acostumbraba a tomar varias veces al día con seis u ocho cucharaditas de azúcar.
Bernard Prince
28 de July de 2017 / 10:33
28 de July de 2017 / 10:33
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