Lucía y Mateo, inventaron de niños un ritual macabro. Requería agua, una veladora, su perro Gaudencio y, algún animalito muerto al que se le debía recitar: "En silencio y del más allá, vendrás a platicar; mi mascota estará de testigo; através de él, te comunicarás". Gaudencio ladraba, los niños reían.

Años más tarde, por azares del destino, Lucía falleció. Mateo, desconsolado por no haberse despedido, decidió recurrir al ritual para comunicarse con ella. Sin Gaudencio, muerto también años atrás, usó un nuevo cachorro como atestiguante y repitió: “En silencio, desde el más allá, vendrás a conversar; mi camarada está de testigo; a través de él, te comunicarás”. Terminado el ritual la nueva mascota asustada ladró hacia la puerta que lentamente se abría. En medio de la noche la hermana muerta apareció con el esqueleto de Gaudencio entre los brazos; sonriendo, macabra, dijo: "Te olvidaste del perrito"….. Gaudencio emitió un escalofriante aullido.

Vam_Noctvu
29 de June de 2023 / 16:01