Eleanor

Black Dot
12 de Septiembre 2017 / 19:49

La anciana ve con ojos tristes las fotografías amarillentas. Tiempos felices que partieron como las aves una vez que el verano se marcha. En una de esas esta ella con un vestido de bodas que se hizo polvo como el olvido del hombre que nunca llego a la Iglesia. Ya no tocan a su puerta los niños para que les enseñe el catecismo, las amigas para tomar el café y compartir noticias, los vendedores ambulantes de pan y los que arreglaban cualquier cosa en la casa por unos cuantos pesos. En un par de semanas, cuando el olor a carne pudriéndose atraviese el umbral de su casa y alguien derrumbe las puertas, la encontraran sentada en su sillón, repleta de gusanos y moscas como única compañía.


COMENTARIO: “esas está ella”. Falta un acento en la mini y ademá es frase cacofónica.
Las frases resultan demasiado largas. No se deben usar dos verbos conjugados juntos: “pudriéndose atraviese”, además es una cacofonía.

Es una pura descripción sin sorpresa. Gracias por participar y suerte.




Todos para uno... (Viene del 6/9/17)
Meminero Tui
12 de Septiembre 2017 / 22:20

A fines de 1968, elementales análisis del ADN extraído a los restos de Athos, Porthos, Aramis y D'Artagnan evidenciaron que no había parentesco con Los Beatles, quienes se ufanaban de ser sus descendientes.
Sostenían que los mosqueteros copularon con sus antepasadas cuando fueron a Inglaterra a recobrar los herretes de diamantes que Ana de Austria dio al Duque de Buckingham.
La nada edificante anécdota sostuvo durante generaciones el buen ánimo de los ancestros del Cuarteto de Liverpool, pero el ácido nucleico dio al traste con todo.
Se dice que tal episodio influyó en Los 4 Fantásticos (Reed, Susan, Jhonny y Ben), quienes habrían realizado trámites similares, aunque eso suena a ficción.


COMENTARIO: Una comparación de personalidades semejantes que se ganaron la vida con sus manos y que eran cuatro. Los Beatles, solo en ocasiones tuvieron un suplente. Es un buen pastiche de nota amarillista, pero se encuentra lejos del disfrute de la lectura y la estructura del microcuento. Gracias, y suerte, aún tiene tiempo.