Espero el siguiente tren. El de turno aún no arranca y me cruzo en la mirada de esta chica en una ventana del vagón 13, justo frente a mí. Ella es joven, tremendamente atractiva, muy difícil huirle al juego que propone la muy coqueta. Pareciera que sus ojos verdes, como los de Venus, despidieran un poderoso imán porque no puedo eludir los suyos. Me ha capturado. Repaso su rostro y advierto en su sonrisa la frescura de la primavera. Pasan segundos que parecen horas, se produce una fuerza de atracción incontrolable. Con un gesto, hace una señal invitándome a subir. Se encienden las luces que anuncian la partida, me lanzo a la puerta y logro entrar antes que se cierre. Llego a su puesto, pero la diablilla ya no está. El tren inicia su partida, me asomo a la ventana y ella se despide sonriendo desde el andén.
esleongo
20 de November de 2017 / 14:54
El expreso de Occidente 20 de November de 2017 / 14:54
esleongo
TALLER 21 de November de 2017 / 07:55
el aguila descalza
 

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