Siento que estás muy preocupado por justificar las acciones. La prmera oración: estaba cortando el césped... ¿Y en qué contribuye esto a la historia? ¿En que se dio el caso...? Yo eliminaría toda esa línea.

Más adelante, pones una expresión similar para justificar: "No estaba yo de humor para discutir con un desquiciado". No necesitas justificarte... sólo déjalo caer. No pasa nada.

Cuidado con lo gerundios. No es "siguiéndole el juego", sino, "le seguí el juego".

Aquí no necesitas lo de "dijo él", se sobrentiende: "Es un poco tímida y distraída— dijo él, pero es un encanto y muy hermosa". A partir de este momento, si no es muy necesario, no debes decir quién habla. Como lector, ya lo tenemos claro.

Si vas a retomar el diálogo, debes marcarlo, no seguirlo a punto y seguido, que parece que continúa la voz del narrador: "o, mi esposo —me dijo, mientras me tendía la mano y apuntaba al vacío con la otra—. Es bastante reservado como verá". Busca en el diccionario panhispánico de dudas la entrada "raya", para que veas la forma de usarla en los diálogos. Hay varios detalles, como el de no dejar espacio entre la raya y el texto.

Ten cuidado con el uso de los adversativo, en particular el pero. Por ejemplo, "pero siempre se les veía...", ¿es un adversativo al Nunca del inicio? Quizá sonaría más natural algo tipo, "Aunque nunca los llegue...., siempre se les vio animosos y contentos. Hablaban maravillas el uno del otro. Yo no tenía motivos para impedírselos".

Y así, en la oración final, de nuevo intentas justificarte ante el lector, esa especie de impasividad antes un par de personas extraordinarias. Así, lo excepcional de tu historia, la entierras con un personaje impasible. Me pregunto, ¿cómo reaccionarías si te encontraras con unos vecinos como ellos? ¿Qué pensarías? ¿Qué resolverías...? ¿Qué respuestas buscarías?

La historia en sí es buena. Siento que debes dedicarles un par de páginas, al menos, para desarrollar el potencial de tu idea.

Gracias por participar.