La mujer se levanta para ir al baño y se da de bruces. Y mientras se acaricia el raspón en una de sus rodillas, se percata que ahora tiene dos pies izquierdos. Prontamente, y como puede, regresa a la cama. Debería hacerse mil preguntas, pero siempre ha sido una mujer insegura, y sólo se pregunta cómo reaccionará su marido al enterarse de semejante novedad. Y, sin dejar de mirarse los pies, llora en silencio. De repente, el marido bosteza y se levanta para ir al baño. Ella se seca las lágrimas y se finge dormida. Entonces oye un golpe. Su esposo ha trastabillado. Él se mira los pies y, como puede, regresa a la cama. Acto seguido, un llanto desbocado inunda la habitación. La mujer lo abraza y le pregunta qué le sucede.

—No sé cómo —dice él—, pero ahora tengo dos pies derechos.

—Y yo dos izquierdos —dice ella, al tiempo que le enseña los suyos.

Y apoyándose el uno en la otra, van juntos al baño.
Anubis
09 de February de 2018 / 03:58
Cosas que suceden de madrugada 09 de February de 2018 / 03:58
Anubis
 

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