Utilizó tantas caras distintas para llegar al poder, que cuando lo alcanzó disfrazado de partisano ya no recordaba cual era su verdadero rostro. Guardó el último semblante bajo llave en un cajón, y decidió que gobernaría con la faz del Tuerto en el País de los Ciegos. Mientras con una mano se arrancaba un ojo, con la otra se aprestó a firmar un Decreto Ley de obligado cumplimiento, por el que se imponía la amaurosis general y obligatoria para todos los súbditos, incluidos sus ministros y el Generalato.
Aarón
15 de May de 2018 / 02:14
Nihilismo 15 de May de 2018 / 02:14
Aarón
Taller del día 15 15 de May de 2018 / 19:30
Grog
 

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