Cubiertos de pies a cabeza, los hombres atendían la casa y a los niños a la espera de que sus mujeres llegaran del campo. Las columnas de humo avisaban que ya estaba listo el terreno para cultivar algo más que las extremidades y la dignidad destrozadas por la explosión de una mina.
Malvadisco
16 de July de 2018 / 23:57
Cossecha 16 de July de 2018 / 23:57
Malvadisco
Taller 17 de July de 2018 / 11:51
José M. Nuévalos
 

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