Selección del 14/9: “Las guardianas”, de Malvadisco
“Las guardianas”, de Malvadisco
Al abrir la puerta, el cura se encontró con una canastilla con cuatro crías adentro. Aunque viejo y medio ciego, les enseñó a comer sopitas de leche con miga de pan y a usar la caja de arena. Con cada chillido, acudía a desprender a las gargolitas bebé de las túnicas de vírgenes y santos de las que habían quedado colgadas por no saber retraer las garras. Supo que ya no lo necesitaban cuando se procuraron su primera comida sólida. Antes de que pudiera bautizarlas, habían subido a hacer la digestión al techo de la iglesia. Con las luces del día, la epidermis se les recubrió de una capa mineral y allí quedaron para siempre, durmiendo el sueño pétreo de sus ancestros.
Al abrir la puerta, el cura se encontró con una canastilla con cuatro crías adentro. Aunque viejo y medio ciego, les enseñó a comer sopitas de leche con miga de pan y a usar la caja de arena. Con cada chillido, acudía a desprender a las gargolitas bebé de las túnicas de vírgenes y santos de las que habían quedado colgadas por no saber retraer las garras. Supo que ya no lo necesitaban cuando se procuraron su primera comida sólida. Antes de que pudiera bautizarlas, habían subido a hacer la digestión al techo de la iglesia. Con las luces del día, la epidermis se les recubrió de una capa mineral y allí quedaron para siempre, durmiendo el sueño pétreo de sus ancestros.
Mónica Brasca
26 de September de 2018 / 15:57
26 de September de 2018 / 15:57
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