La casa de la playa
La mañana era luminosa, las gaviotas revoloteanan sobre las olas y el niño jugaba con la espuma que se formaba en la orilla. Tomando una pequeña caracola dibujó en la arena dos tibias y una calavera que se refleron en los vidrios de mi ventanal. Asustada, intuí que la muerte me estaba buscando. Desde ese día no he regresado a la casa de la playa, tampoco he vuelto a ver el mar.
paramo
10 de October de 2018 / 19:23
10 de October de 2018 / 19:23
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